Marco político
Aquí volcamos todo lo que tiene que ver con el Modelo Político, más concretamente el Modelo de Democracia que inspira todas las acciones emprendidas y por emprender en torno a la Participación (digital y presencial), la Transparencia y otras prácticas de emancipación social horizontal.
Hasta la fecha, como grupo, hemos identificado la Democracia Directa y Deliberativa, como la forma más excelsa de democracia, aunque incluso esta aproximación puede ser matizada y enriquecida, incluso cuestionada en el proceso de redacción.
Introducción.
La democracia deliberativa forma parte de una familia de concepciones en teoría de la democracia según la cual la deliberación pública entre ciudadanos libres e iguales es el verdadero meollo de la legitimidad política en la toma de decisiones y el autogobierno (Bohman, 1998). El modelo de democracia deliberativa se opone a una concepción agregativa de la democracia. Según esta última concepción las preferencias e intereses de los ciudadanos se formarían en el ámbito privado y pasarían a formar parte de la esfera pública como variables fijas. Todo lo contrario sucede en el modelo deliberativo según el cual la conformación de preferencias y, sobre todo, la elaboración de propuestas de verdadero interés público debe tener lugar de manera colectiva e intersubjetiva, y como resultado de procesos de debate que sean plurales, inclusivos, accesibles a todos, abiertos. Para el modelo de democracia deliberativa las preferencias de los ciudadanos no son variables fijas, y tampoco son variables fijas las propuestas. El debate abierto e incluyente entre ciudadanos libres e iguales no puede dar como resultado un conjunto de opiniones inamovibles ni un elenco de preferencias independientes. Bajo el ideal deliberativo se propone entender y vivir la democracia como un proceso de participación colectiva cuyo objetivo más ambicioso es conseguir incluir todas las voces (las de todos los ciudadanos, sean estos o no expertos) e incluir todas las orientaciones políticas (las de todos; sea cual sea el signo político). Para realizar un ideal político y social de esas características se necesita contar con todos los medios imaginados. Pongamos un ejemplo: como deliberar es una acción colectiva e interactiva gracias a la cual conseguimos ponderar información, opciones y preferencias, necesitamos diseñar procedimientos, lugares de encuentro, entornos, plataformas, etc. para responder a nuestras necesidades de comunicación y expresión públicas de una manera no solo atractiva sino incluyente, respetuosa y abierta, pero también eficaz, dinámica y accesible a todos. La página web Decide Madrid se presenta como un instrumento y un medio más al servicio del derecho de los ciudadanos a enfocar nuestros modelos de participación hacia el despliegue de lo que algunos autores han descrito como las virtudes políticas del comportamiento deliberativo.
Tecnologías de la deliberación y comportamiento deliberativo.
Los desarrollos de lo que podría denominarse las tecnologías de la deliberación merecen una mención especial cuando tratamos de definir qué implica a día de hoy defender una concepción deliberativa de la democracia. Según indican algunos especialistas, en el área de las tecnologías de la deliberación encontramos resultados de proyectos de investigación de enorme interés para detectar y promover el comportamiento deliberativo (Navarro, 2015). La pregunta que nos formulamos de la mano de especialistas como José Luis Aznarte se puede expresar con más concreción que las posibles respuestas que encontramos en la literatura científica sobre el tema: ¿qué se puede medir en un proceso deliberativo? ¿Se pueden recoger aspectos propios de la comunicación deliberativa -previamente acotados- con el objetivo de reflejar niveles óptimos de deliberación? Aunque nuestras respuestas no sean definitivas, sí podemos orientar nuestra búsqueda. A partir de algunas menciones a proyectos de investigación en los que se formulan preguntas equivalentes, en la siguiente selección de proyectos nos proponemos ofrecer algunas razones de por qué las tecnologías de la deliberación no solo sirven para capturar aspectos relevantes del comportamiento deliberativo sino para articular y potenciar su impacto sobre las democracias reales.
Comenzaremos destacando el proyecto de investigación VisArgue–Why and when do arguments win? financiado por el Ministerio alemán de Educación e Investigación. Dicho proyecto está orientado a la obtención de resultados para automatizar criterios de medición de la comunicación deliberativa a través de un método de análisis visual que permite determinar aspectos del discurso basados en contenidos. En un artículo reciente, el grupo investigador sostiene que el hecho de que existan diferencias sintáctico-formales entre deliberación, negociación y estrategias retóricas permite medir automatizadamente la calidad de la deliberación en la comunicación política. Una de las conclusiones más llamativas del grupo es que no todos los aspectos de la comunicación deliberativa pueden ser capturados a través de procesos automáticos de análisis textual. Si bien indican que las posibilidades de automatizar y mensurar con éxito los códigos empleados en la práctica deliberativa incrementan cuando aumentan los datos textuales.
Encontramos resultados de investigación no menos relevantes en el equipo liderado por Xu y Murray de la Universidad de Massachussets cuyos resultados fueron presentados recientemente en la Twenty-Seventh International Florida Artificial Intelligence Research Society Conference. El tema central del grupo investigador es el de la identificación del comportamiento deliberativo en la comunicación on-line. A partir de tres corpora con más de 2500 segmentos conversacionales, el grupo ha conseguido establecer características lingüísticas del comportamiento social deliberativo con el fin de diseñar modelos computacionales con los que predecir qué habilidades de comunicación se pondrán en juego al deliberar. Este diseño también permite efectuar mediciones de la calidad deliberativa de un grupo, además de proporcionar apoyo técnico adaptado, esto es, capaz de intervenir en contextos de deliberación determinados. La hipótesis de investigación del grupo de Murray (2013) fue presentada de manera particularmente clara en el AIED Self-Regulated Learning Workshop. Tras años de dedicación a la investigación de las habilidades sociales de la personas para deliberar en diálogos producidos on-line, el grupo ha constatado que estas habilidades se pueden incrementar desarrollando un software centrado en acciones como cuestionar, preguntar, razonar reflexivamente, realizar tareas meta-dialógicas, emprender tareas de meta-consenso, asumir perspectivas propias de primera, segunda y/o tercera persona, etc.
Pero entre todos los proyectos, en opinión de Navarro (2015) destaca Deliberatorium, un proyecto que tuvo un gran impacto inicial y se desarrolla en el Center for Collective Intelligence (MIT) cuyos resultados se presentaron en el congreso Epistemic Democracy Conference que tuvo lugar en la Universidad de Yale. Klein sostiene que se pueden encontrar estructuras (i.e., esquemas argumentativos) para reducir los casos de redundancia y favorecer la claridad. Klein y su grupo de investigación del MIT han desarrollado mapas argumentativos para centrar la atención del usuario en las fases de la deliberación. El planteamiento de Klein se basa en el supuesto de que con el desarrollo de tecnologías de la argumentación se pueden disminuir otras limitaciones asociadas al desarrollo de tecnologías de la deliberación. Pese al valor y al impacto de este proyecto, se podría hacer una objeción general relacionada con uno de los presupuestos de investigación asumidos por el grupo del MIT. Hay que tener presente que, comparativamente, la deliberación es una práctica comunicativa más compleja que la práctica argumental: la deliberación es irreducible a la producción de esquemas argumentativos ya que es una forma interactiva de argumentación durante la comunicación que introduce la formulación de propuestas y creencias para ponderar y/o gestionar información. Un aspecto de indudable acierto es que el investigador del MIT ha llamado la atención sobre la necesidad de desarrollar métodos de visualización para ayudar a los participantes a entender el estado del propio proceso deliberativo en el que se encuentran proponentes y oponentes en cada momento, y esto tiene un claro impacto sobre el comportamien to deliberativo.
Liderazgos vecinales.
Algunos autores insisten en que la participación ciudadana no debe entenderse como un simple complemento de la democracia representativa sino como un espacio de innovación política y producción democrática al que se puede llegar por invitación de los poderes públicos pero también por irrupción de la iniciativa ciudadana. En ambos casos, por medio de la participación, se puede llegar a ampliar > el locus del debate político y la hechura de las políticas públicas más allá del ámbito institucional - (Bonet i Martí, 2012: 25).
En Madrid, las experiencias de participación por irrupción están relacionadas con procesos de construcción de liderazgos vecinales (e.g. asociaciones vecinales que luchan contra grandes operaciones urbanísticas como el Plan de Malasaña y el Plan Bigador, contra el desarrollismo franquista, el chabolismo, la infravivienda, etc.). Pero, con frecuencia, observamos cómo estos modelos de auténtico liderazgo vecinal vehiculan demandas de la ciudadanía que pasan a formar parte no solo de la agenda de las administraciones públicas sino de simples elementos participativos que sirven para incrementar la legitimidad de su representación. El modelo participativo implícito en Decide Madrid constituye un paso intermedio entre el modelo institucional que funciona por invitación y el modelo de participación ciudadana por irrupción. La razón de ser de esta hibridación radica en que, aunque es una plataforma cuyo diseño depende del área de Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid, Decide Madrid está concebida para promover un modelo de participación ciudadana cuyo nivel de exigencia en la adhesión al proceso de generar propuestas es tal que solo puede funcionar y ofrecer rendimientos políticos y prácticos a partir de procesos de auténtica irrupción participativa. Por este motivo, el buen funcionamiento del modelo de participación implícito en la interfaz hace necesario desarrollar un conjunto de estrategias (internas y externas a la propia plataforma) relacionadas con el acompañamiento y la comunicación directa y/o indirecta dirigida a los usuarios/as (i.e. proponentes y/o oponentes de propuestas y/o contrapuestas, según sea el caso).
Para que la participación opere por irrupción es necesario garantizar respuestas de acompañamiento sólidas ante los posibles itinerarios de desbordamiento por los que puede atravesar no solo la interfaz, sino el conjunto de los usuarios/as en sus procesos de comunicación y debate y, por consiguiente, la inteligencia colectiva que emana de ese acto de habla colectiva.
Enfoques sobre Participación | Normativo | Metodológico | Monitorizada (Evaluativo) | Racional y estratégico | Evaluativo | |
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Preguntas clave | ¿Por qué la necesitamos? | ¿Cómo la llevamos a cabo? | ¿Cómo se puede mejorar? | ¿Por qué y cómo se integra en un sistema? | ¿Para qué nos sirve? | |
Respuestas clave de dichos enfoques | Perspectivas sobre gobernanza y ventajas de la participación | Centrada en la mejora de los mecanismos de participación | Generación de indicadores de seguimiento para mejorar procesos de participación existentes | Análisis de los sistemas de participación: su coherencia, eficacia, racionalidad, etc. | Evaluación de los efectos e impacto de la participación sobre el entorno sociopolítico. | |
BetaDemIC responde y enmarca Decide Madrid en el conjunto de resultados de investigación sobre participación ciudadana. | Hacia una democracia más deliberativa y menos delegada (Nuria del Rio) | interfaz, comunicación con el usuario, itinerarios de desbordamiento, etc.) | Diagnóstico de problemas y limitaciones. | Se han propuesto indicadores para poder detectarlos (e.g. xxx) | Marco político con el que se busca profundizar en la razón de ser de Decide Madrid y en su posible integración política (e.g. xxx) | Análisis de sus limitaciones en el entorno sociopolítico de Madrid (e.g. xxx) |
Tabla 1: Elaboración propia, de BetaDemIC, a partir de Bonet i Martí (2012)
La escalabilidad y el ruido.
Democracy is not just about voting, but about the wider problem of making decisions in a community. Good systems for making decisions are more likely to yield decisions that reflect the community’s preferences and exploit its collective knowledge. A decision making system, therefore, takes as input preferences and knowledge and produces as output a decision. Such a decision making system is effectively an information aggregator; high quality decisions are the result of aggregating as much information as possible: no preferences are ignored, and no valuable knowledge is left unused.
This brief description brings us to the distinction between voting and the general case of decision making. In traditional voting, voters are asked to cast a vote which represents a choice between a predefined set of already existing alternatives. The alternatives presented to the voter are fixed prior to the vote, they have been previously elaborated by some other agent independent of the voters. The voters simply choose among the set presented to them.
In the terms presented above, the knowledge and preferences that voters input into the system only serves to discriminate between a predefined set of options. If the process by which the options were elaborated has not previously already aggregated this information and materialized it into the options themselves, that information could be lost.
In other words, voting is too coarse grained to aggregate the information in all its richness. The grain is determined by the options, if these options do not previously already represent the best quality decisions, the resulting decision will be suboptimal. The optimal decision implicit in the lost information is unavailable as a choice.
The rise of information technology is very relevant to this problem. It is clear, nominally speaking, that a problem of aggregating information is directly related to information technology. More specifically, the communication possibilities that the modern day internet afford are precisely those that are necessary to open up the possibility of aggregating information from hundreds of thousands of sources in a much more refined way than the coarse grained procedure of voting allows.
The key idea is this: information technology and the internet allow extending voters’ participation from just the voting phase, back in time to include the proposal drafting/elaboration (what before were merely fixed options) phase. In contrast to the coarse grain input that voting allows, contributions to a proposal as it is being written are fine grained; modifications to proposals can be arbitrarily small and precise. From adding (or removing) a comma, to a sentence, to a paragraph, to an entire proposal.
We call this opening up of proposal elaboration to the general voter population Open / Distributed / Federated proposal elaboration.
It is open because anyone can contribute. It is distributed/federated because there is no central authority that drafts proposals and imposes them on the voters. Proposals are drafted spontaneously in a distributed fashion. In conclusion, Open/Distributed/Federated proposal elaboration is a decision making medium that need not suffer from information loss that can affect democracy-as-voting. This strong focus on participation makes this approach strongly related to ideas such as collaborative governance[1] and participative democracy[2].
There are two sides to the coin, however. In opening up proposal elaboration to the general public, the gates to more information are opened, but they are also opened to too much information. The key then, is to balance the benefits of the extra possibilities and ideas that this system allows with the extra noise and less useful contributions that can potentially flood the medium. If the signal to noise ratio is too low, optimal decisions can be discarded, not because the required information was not present as we discussed, but because those decisions were buried under noise that makes them impossible to find.
In summary, a three stage model of information aggregation as decision making is proposed. Although we use the term stage, these three opportunities need not occur chronologically, they may occur in any order and repeatedly.
The first stage of decision making occurs when a set of individuals sets about collaboratively writing[3] or modifying an existing proposal. Ideally this occurs in realtime, these individuals discuss and debate the changes as they are being made. Or they can exchange views or ideas with more traditional means of interaction, offline. In any case, the proposal is the result of their collaboration and contribution, information in terms of preferences and knowledge is integrated to yield the proposal.
The second stage is proposal cross-fertilization[6]. Whereas the focus on aggregation in the first stage was accross individuals collaboratively writing a proposal, in this stage the aggregation occurs across proposals. Proposals may be forked, merged, recombined and mutated. Sections from one proposal may be imported/transcluded into another one. Although the process is still carried out by individuals, proposal cross-fertilization does not only gather contributions from a subset of users collaboratively making modifications, but rather contributions are drawn from the entire proposal pool.
The third stage is proposal selection, which corresponds to our traditional idea of voting. Having a given pool of proposals that have evolved during the other two stages of aggregation, the voting population is asked to vote for one (or many).
Due to the problems of noised mentioned above, it may be necessary to add extra stages that act as filters. For example, a filter could discard proposals that are not supported by a threshold number of participants.
References
[1] http://en.wikipedia.org/wiki/Collaborative_governance [2] http://en.wikipedia.org/wiki/Participatory_democracy [3] By collaborative proposal editing we mean realtime online editing of document by several individuals. The most common examples of this today are found in Google Drive and Etherpad. [4] http://en.wikipedia.org/wiki/Google_Drive [5] http://en.wikipedia.org/wiki/Etherpad [6] Tools that support this model are for example Wikis[7] and Version control systems[8]. The idea of cross fertilization has been suggested in [9] [7] http://en.wikipedia.org/wiki/Wiki [8] http://en.wikipedia.org/wiki/Version_control [9] http://zelea.com/w/Stuff:Votorola/p/position_space_rationalization This entry was posted in liquid democracy, voting theory. Bookmark the permalink.